En su edición de hoy del Diario Oficial de la Comunitat Valenciana cobramos aviso de la existencia de un ente público integrado por VEINTE miembros cuyo objeto no es otro que el de la ELABORACION DEL CODIGO CIVIL VALENCIANO o algo semejante. El citado ente público tiene por nombre el de Comissió de Codificació Civil Valenciana y su presencia en el Diario Oficial antedicho encuentra razón de ser no en una disolución congruente con su absoluta falta de sentido ponderada por los efectos económicos de la crisis en el erario público sino por el nombramiento de una nueva vocal, savia nueva llamada a reverdecer el jurídico rododendro que un día Camps plantó en los huertos de la Generalitat.

Lo bueno del asunto es que su mera existencia ilustra sobre el alcance y los límites fácticos en que están llamadas a derivar las alharacas electorales de las gentes del PP. Y así esas caras de justas dignidades de tipas como la Cospedales o la Sorayas con tantas austeridades y tanta polla al fin y al cabo el día de mañana y cuando uno menos se lo piense lo que traerán consigo no es otra cosa que una nueva pléyade de asteroides integrada por familiares y amigos que no sacaron una oposición y a los que hay que colocar en algún sitio. Aunque sea de foralistas.

O sea que no es de extrañar que una vez que la Cospedales se decida a hacer algo en Castilla y la Mancha ese algo sea precisamente lo de embarcarse en la recuperación del foralismo castellano manchego dotando a la citada autonomía de un Código Civil tan gordo y con tantos articulos como el BGB Alemán. Por lo menos.